familia, casi enterita.
Y es que aunque está la bisa,
la abuelita salió en busca de su amor de temporada.
Perra hembra, perra con sus amores,
estertores placenteros de ratillos escapaos.
Héte aquí al machito enrejado, por esta vez,
contenido en la contienda por su hembra.
Y quien escribe esto recuerda
que es la hora de la merienda.
Buen apetito, mejores viandas.
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