del comedor para arriba

del comedor para arriba,

con dolores de barriga,

de los potages del de gorrito.

viernes y a casita

a estas horas, línea 3, Huelin y hasta el lunes.

A veces, peli de Gerardo el sábado por la mañana,

tras una buena noche en la vieja Colonia.

según se entra, se baja

y te marca,

aunque tres décadas sin volver

pudieran de vida pasarte:

ella sigue contigo,

dentro se te queda.

colombianas por sevillanas

que no vuelan,

que comen tó lo que rapiñan,

que rulan por las aceras,

que cantan enferiadas

"Sevilla tuvo una niña,

y le pusieron Lopera..."

vamos, vamos

que hay que papear y patear.

qué gustazo

verlos empezar,

ajenos al 11 eme,

al 12 hache o al 3 jota.

y, ¿paqué?

embelesaos, enajenaos

no hay bulla,

ni falta que faes,

ni despertaores

en la barrera.

Hoy, a las 9

porque gusto,

mañana,

mañana será otro día,

otras 24 horas deambulando,

haciendo camino.

los pink floyd y el muro

gui, guiyugearjiarrrrrrrr

parpando junto al murito

manchado por algún Murillo,

verdolaga de los esprais,

Bruguerito de los cementos de Paco.

palomas acopladas

Lo de estos seres me parece

una perfecta comunión ecuménica

de pan y agua en el entorno.

de palomas por la barrera

no es nueva obsesión de Elpaterita,

sólo la globalizción colombina.

antes eran corazones en tiza

ahora, la globalizción del Cromos

y de los elementos,

sofistica la cosa.

Antes, cuando viajábamos

por nuestra cuesta

se podía terminar en el callejón

desgranando la tiza del corazón.

si Riobó, puntuase

quizás al artista mandara

por un paquetillo de Sombra

a la pileta de Emasa.

La Chispa y su niña, la Coca

Esperando los papeles

para pillar la jubilación,

arrengadas en el sofá,

paseillos al patío por una chuche,

dejándose querer por quien llega,

sestean las niñas de Rocío.