



era ésta la sucursal del infierno en mi primer barrio malagueño.
Mencionado hace algún día,
pasa como prometido a hacerse deuda
abonada en este post.
Hasta los 5 años disfrutando de Carranque;
no recuerdo ninguna película,
algo sus butacas (¿rojas?),
su barrita, los helaitos de Casa Mira,
justo al lado, a la vuelta a casa, ...
Lo que no consigo olvidar:
alguien nos asustaba diciéndonos
que nos iba a meter por uno de esos ventanucos
que conducían directamente
al tenedor del demonio pinchapapas.
Buena tarde, hoy sé que ni ese, ni los demás cines
son la casa de ningún diablillo de ninguna fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario