de Juan Manuel Villalba:
Un buen final para este día
que lame sus heridas en la sombra
inmóvil de la tarde.
Tiembla frágil el film de superocho
que se oculta en mi pulso: fuera luces,
el lento proyector de la memoria
rompe el hielo acerado de la noche,
superpone remotas y olvidadas
escenas, episodios neutros.
Entonces brilla el sol como un caballo,
me muevo, soy ligero y joven, otros
niños que juegan a mi espalda
confirman la existencia de aquel mundo.
Y con severidad se nubla el día,
la imagen se returerce, la película gira
rota en la caja hueca del recuerdo.
Última sesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario