sábado, 2 de diciembre de 2006

de aquella Colonia de Santa Inés





ya queda poco, pero una tarde de lluvia, rarita, muy rarita por estos sures nuestros, es un peazo de tarde para este boquetillo nuestro, tan ... tan tan poco coloniero ya, resistente de prostituciones urbanitas. El sabor de sus gentes, el recuerdo de los viejos y de los nuevos, gris la tarde, gris, olores a candelas en la memoria, olores a chimenea en versos de coplas apenas recordadas, rociados los cuerpos con las asusencias, pero aún hay un borde, una frontera que se siente, tras ese recodo frío, rectilíneo, aparece como el pezón de una madre para amamantar tus nostalgias, tan lejos de los hechos, sólo palabras, sensaciones, ausencias, que se hacen presencia en una serena virtualidad.

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